Litio: el traje nuevo del emperador
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Señor Director:
Finalmente, y a casi un año del lanzamiento de la Estrategia Nacional del Litio, el gobierno del Presidente Boric dio a conocer cómo participarán los privados en la explotación del litio.
El espacio para la minería privada es más bien secundario, y los anuncios vienen a confirmar la principal crítica: la obstinación ideológica por no abrir derechamente la explotación del litio a los privados. Esta decisión se materializa ya sea obligándolos a participar mediante alianzas público-privadas donde las empresas del Estado siempre tienen participación mayoritaria, ya limitando o excluyendo su participación de los salares con mejores y mayores reservas.
Se insiste en forzar que el Estado lidere la explotación del litio a como dé lugar, aunque signifique perder oportunidades que podrían ser aprovechadas con la experiencia y capacidad de la minería privada.
Tal como en el cuento “El traje nuevo del emperador”, Chile parece estar cegado por su orgullo de ser el líder mundial de reservas explotables de litio y el Gobierno hace gala de una vanidad intelectual al insistir que el Estado hará la mejor explotación del mineral y sin aceptar las críticas fundadas sobre el rol del Estado empresario.
Álvaro Iriarte
Director de Contenidos, Instituto Res Publica
